La Puerta de Hierros: un emblema y legado cultural

El arquitecto local Manuel Carrilero La Torre construyó el símbolo de la Feria de Albacete que este año cumple 50 años y por el que pasan diariamente cientos de miles de personas durante la septembrina

Carolina M.A. / Albacete

La Puerta de Hierros de la Feria de Albacete no solo es un punto de acceso al Recinto Ferial; es un símbolo de esfuerzo, dedicación y la visión de aquellos que imaginaron y materializaron este emblema. La moda de representar las ciudades en un skyline está a la orden del día. El de la ciudad de Albacete cuenta con la Puerta de Hierros del Recinto
Ferial, y, se conforma junto a otros edificios emblemáticos como el Depósito de agua, el Museo de la Cuchillería, o la Catedral, entre otros.

Cada septiembre, cuando las noches comienzan a refrescar y la ciudad se viste de fiesta, esta puerta, tan especial para todo aquel que se sienta albaceteño, se abre por primera
y única vez para dar comienzo a la Feria de Albacete, declarada de Interés Turístico Internacional. Este año, la ciudad celebra con orgullo el 50º aniversario de la Puerta de Hierros, recordando su historia, su significado y el legado que ha dejado en el corazón de todos los albaceteños.

Puerta de Hierros
Con su imponente estilo mudéjar, ha sido uno de los emblemas más reconocibles de la ciudad de Albacete. Proyecto que realizó el arquitecto local Manuel Carrilero La Torre en 1974, construida por Rafael Villalba, bajo la alcaldía de Ramón Bello Bañón. El próximo 7 de septiembre de este mismo año cumple 50 años desde que la ciudad vio por primera
vez esta estructura monumental que se ubica en el barrio de la Feria, en los redondeles, concretamente, en la calle Arquitecto Julio Carrilero.
Cuenta con unas dimensiones de 25 metros de altura por 36 metros de largo, no solo es la entrada al Recinto Ferial de la capital, sino un punto de referencia para la comunidad. La construcción de esta obra costó cerca de 21,5 millones de pesetas, una suma significativa para la época. El proyecto original, ideado por Julio Carrilero, padre de Manuel Carrilero La Torre, era ambicioso y de gran envergadura, pero no llegó a hacerse realidad. Fue entonces, cuando “el Consistorio lo sacó a concurso y lo ganó mi padre” indicaba Manuel Carrilero, hijo de Carrilero La Torre.

Contexto histórico y desafíos
En el año 1974, la construcción de la Puerta de Hierros fue un desafío monumental. Como recordó la hija del constructor de esta obra, Rosa Villalba “el contrato se adjudicó en mayo y la obra debía completarse en solo tres meses.” Las condiciones no eran las más favorables: este plazo extremadamente corto, sumado a que la tecnología de construcción de la época era limitada, y el calor del verano de la ciudad, supuso un reto significativo. No obstante, Rafael Villalba se embarcó en esta aventura con determinación, contratando a un gran número de albañiles y profesionales que trabajaron incansablemente, incluso durante las noches, para cumplir con el plazo y el sueño establecido para la localidad. Sin embargo, el resultado final fue un testimonio del esfuerzo colectivo y la tenacidad de todos los involucrados. Llegaron a finalizar la obra la noche de antes de su inauguración.
Según Rosa Villalba, “mi padre siempre recordó ese instante con orgullo”, un sentimiento compartido por todos aquellos que participaron en la creación de este icono.

Legado de Carrilero La Torre
Manuel Carrilero La Torre, el arquitecto detrás del proyecto, jugó un papel crucial en la creación de la Puerta de Hierros. Su visión arquitectónica y su capacidad para diseñar una estructura tan icónica han dejado una marca indeleble en la historia de Albacete. Aunque los detalles específicos de su vida y carrera no se mencionan directamente en las entrevistas, su obra habla por sí misma. La Puerta de Hierros no solo es una estructura física, sino un legado cultural y artístico que representa la identidad de la Feria de Albacete.
Aunque en su proyecto inicial, el Recinto Ferial, era diferente de como lo conocemos a día de hoy, -contaba con un Palacio de Congresos, arcos anexos a los laterales del recinto,
y un anfiteatro, además de, tener un túnel para que circulasen los coches por debajo de la feria, y así, evitar los cortes de tráfico con los que contamos a día de hoy-, un proyecto
muy ambicioso, pero que, la falta de recursos económicos obligó al Ayuntamiento a limitar el proyecto. Finalmente, el arquitecto local, realizó el proyecto de uno de los emblemas de su ciudad, “inspirado un poco en el proyecto de su padre” señalaba Manuel Carrilero hijo.
“Pasó el tiempo y el ayuntamiento le encargó a mi padre una remodelación del Recinto Ferial”, señalaba Leonor Carrilero, hija de Carrilero La Torre. Además, otros de sus edificios emblemáticos de Albacete fueron el campus universitario de la capital, la torre de la Pajarita, entre otros. Obras que, con el tiempo han comenzado a ser valoradas al nivel que se merecen.

Testimonios y recuerdos
Las entrevistas con los familiares y allegados de los que hicieron posible la construcción de la Puerta de Hierros proporcionan una visión íntima y conmovedora de la experiencia vivida durante aquellos meses. Según Rosa Villalba, su padre se sintió “inmensamente orgulloso del proyecto, a pesar del estrés y las dificultades físicas que enfrentó. La emoción culminó el día antes de la inauguración, cuando se retiraron los andamios y la estructura permaneció firme, un momento que siempre recordó con alegría y satisfacción”, añadía.
Por otro lado, los hijos del por entonces alcalde de Albacete, Ramón y Mª José Bello, indicaron que su padre sentía “un gran orgullo por haber inaugurado la Puerta de Hierros”. Ramón Bello Bañón no solo fue el alcalde que abrió la puerta, sino también el autor de la letra del himno de la Virgen de los Llanos, un hecho que añadió un valor emocional a la inauguración.

Impacto y reconocimiento
A lo largo de estos 50 años, la Puerta de Hierros se ha consolidado como un símbolo perdurable de la Feria de Albacete. Cada año, las familias de los protagonistas de esta construcción, recuerdan con orgullo y satisfacción el esfuerzo y la dedicación invertidos en su trabajo. Aunque las inauguraciones y la parafernalia de la feria han evolucionado
con el tiempo, la esencia de la estructura y su significado histórico permanecen inalterados. Una placa conmemorativa que menciona al arquitecto y al constructor es un
merecido tributo a quienes hicieron posible esta obra monumental, y se encuentra, ubicada al cruzar la Puerta de Hierros central, arriba a la derecha.

Conmemoración y futuro
Este 2024, en conmemoración del 50º aniversario de la Puerta de Hierros, la ciudad de Albacete se prepara para una celebración especial. Una de las actividades más destacadas será organizada por Hosteleros La Espiga, adjudicatarios de «El Templete» de la Feria y responsables de las 18 ediciones del Concurso de Pintura Rápida «Rincones del Recinto Ferial». Este año, el concurso se celebrará de manera monográfica, dedicándose en exclusiva a la icónica Puerta de Hierros. El certamen, que tendrá lugar el próximo miércoles 11 de septiembre, a partir de las 8:30 horas, y, reunirá a artistas locales y nacionales que capturarán en sus lienzos la esencia y la majestuosidad de este emblema albaceteño.
Este aniversario no es solo una celebración de una estructura física, sino una conmemoración de la visión, el esfuerzo y la dedicación de aquellos que la hicieron posible. Es un recordatorio del poder de la colaboración comunitaria y del impacto duradero que una obra puede tener en la identidad de una ciudad. Este año, con la edición especial del Concurso de Pintura Rápida, los albaceteños y visitantes tendrán la oportunidad de ver la Puerta de Hierros a través de los ojos de talentosos artistas, reafirmando su importancia y su lugar en el corazón de todos.
Al mirar hacia el futuro, la Puerta de Hierros seguirá siendo un símbolo de orgullo para Albacete, una puerta que no solo abre paso al recinto ferial, sino también a la historia, la cultura y el alma de la ciudad. Albacete celebra con orgullo este hito, recordando y honrando a quienes, con su trabajo y visión, construyeron no solo una puerta, sino un legado que seguirá siendo parte integral de la Feria de Albacete y de la identidad de la ciudad por muchos años más.